Biar, refugios y canteros picapedreros

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EL  CANTERO-PICAPEDRERO-PEDRAPIQUER EN BIAR

-Se dice que, cantero ( que proviene de canto, trozo de piedra ) es la persona que labra las piedras para las construcciones, y cantería es el arte de labrar las piedras.

-El picapedrero es la primera acepción de cantero, y según el grado de perfección en el oficio de cantería se agrupaban en aprendices, peones, desbastadores, cinceladores, maestros canteros y en el grado sumo del arte de labrar la piedra; el de escultor.

En Biar, desde muy antiguo, se tiene conocimiento de la existencia de varias canteras (afloramiento rocoso del que se extrae piedra) de una excelente calidad (la piedra arenisca) la cual, permitía con facilidad el trabajo de corte y relieves para formar sillares, pero que el paso del tiempo ha demostrado que si esa calidad para trabajarla era beneficiosa para el cantero, ha sido nefasta para la conservación de los trabajos de formas y figuras esculpidas ocasionado por la erosión de los agentes atmosféricos (frío, hielo, calor, viento, lluvia…).

-También hubo canteras de otra composición de roca mucha mas dura ( la pedriñola ) que se puede apreciar en algunos de los sillares de la base de la Torre Campanario anexa a la Iglesia de la Asunción., y el sílex, cuyas esquirlas o trozos pequeños se incustraban en las tablas que servían para trillar las cosechas en las eras.

-Se dice que parte de los sillares con que se construyeron el Campanario e Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción y la ermita de la Mare de Deu, fueron extraídos de una cantera situada en la Sierra del Fraile, así como de casi todas las casas nobles de los siglos XVII y XVIII.

-D. José Maria Soler García, el insigne arqueólogo de Villena, narra en sus “Apuntes históricos acerca del templo de Santa María ; que para la continuación de la construcción del templo en el año 1630, el Concejo de Biar accede a facilitar piedra para obrar la Iglesia de Santa Maria de esa Ciudad”.

-Otras canteras, sitas en el Barranc del Infern, Casa de les Gerres, les Pedreres y dels Morodes (estas ultimas funcionaron hasta la mitad del siglo XX ) y de las que se sacaron ingentes cantidades de los llamados “bordillos” para delimitar aceras y escalones en las calles y plazas publicas, conservan unos elementos singulares de la vida de los picapedreros que la fuerza de la vegetación salvaje de la naturaleza que trata de recuperar su hábitat no ha podido hasta el momento absorber (si bien la actividad humana lo conseguirá si no se pone remedio a ello).

-Se trata de los llamados refugios, que los picapedreros utilizaban como espacio para guardar sus herramientas, cocinar y resguardarse de las inclemencias del tiempo, e incluso para descansar y pernoctar cuando hacia falta.

-El habitáculo es una pequeña estancia construida de piedra seca, es decir; muros circulares sin argamasa, entremezclado de piedras medianas y pequeños guijarros que suben hacia el cielo hasta doblar la altura aproximada de una persona y de una anchura de algo más de dos metros y cubierto con varias capas de piedras y pequeñas lajas sobrantes del desbaste de los sillares.

-Se accede al interior por una pequeña hueco a modo de puerta, contando en su interior con una pequeña chimenea, huecos para algún utensilio y algún agujero lateral utilizado como ventanuco o respiradero. El refugio termina en forma de cono, rematado por losas labradas de piedra.

-El entorno de estos pequeños refugios es de una belleza salvaje e impresionante, poblado de una rica flora y fauna autóctona del término municipal de Biar que se debe de mantener y recuperar, aunque en sus alrededores hayan actividades de áridos a cielo abierto, se debe de estudiar que ambas cosas puedan cohabitar y que estos pequeños vestigios y testimonios de la huella de antiguos oficios que formaron parte de la historia de Biar, no desaparezcan.

-Con la evocación de aquellos recuerdos y la vista de los hermosos parajes biarenses de las partidas rurales del Cantal de Ferris, la Pedrera, Alquitranera, Casa de les Gerres, Barranc del Infern, Serra del Flare (entre otras) disfrutemos de este modesto reportaje cuya intención, aparte de divulgar la riqueza rural y natural del Termino Municipal de la Villa de Biar, es que, se tome conciencia ( y sin querer se reiterativos) de que estos pequeños tesoros y rincones deben de ser salvaguardados por las instituciones que les corresponda, y recordar aquello de; “Construir o crear una cosa, lleva tiempo, destruirla, nada”. Esperemos saber mantener lo que ya esta construido.

Fuente; Wikipedia.

Fotos; Miguel Ángel Salguero